Tabaco
- Christian Becker
- 14 oct
- 3 Min. de lectura

La Planta Maestra Sagrada de Protección y Purificación
En la tradición amazónica, pocas plantas ocupan un lugar tan central y venerado como el Tabaco (Nicotiana rustica). Conocida como mapacho en Perú, esta poderosa planta maestra es considerada la madre y protectora del mundo vegetal. Es utilizada por chamanes, curanderos y pacientes no solo como medicina, sino también como un aliado espiritual, una fuente de fortaleza y un puente hacia el reino espiritual.
Antecedentes científicos
El tabaco (Nicotiana rustica) es originario de Sudamérica y contiene hasta veinte veces más nicotina que la especie comercial común (Nicotiana tabacum). En la Amazonía, se utiliza en formas muy diferentes a las recreativas. Se preparan infusiones fuertes de la hoja para purgar, y se fuman puros gruesos y naturales de mapacho o se utilizan en ceremonias para purificar, proteger y transmitir oraciones.
Una planta maestra en la dieta
En la práctica dietética tradicional, el tabaco suele ser una de las primeras plantas maestras introducidas. Se le considera un maestro severo pero profundamente amoroso, que ayuda al paciente a establecer disciplina, arraigo y una relación directa con el mundo espiritual.
Purga de Tabaco
El tabaco también es una planta purgante, utilizada para limpiar el cuerpo antes de comenzar a trabajar con Ayahuasca. A diferencia de la Ayahuasca, esta no es una experiencia psicodélica. La Purga de Tabaco nos purifica a nivel físico, emocional y espiritual. Las hojas de tabaco se preparan como un té fuerte. El participante bebe esta infusión, seguida de varios litros de agua para ayudar a limpiar el sistema. En poco tiempo, comienza la purga (vómitos) y el proceso termina en 30 minutos. La intensidad de la purga puede variar, pero sus efectos son consistentemente purificadores y restauradores.
Después de la purga, los participantes pueden sentirse más ligeros, más despejados y más centrados. Las cargas emocionales pueden sentirse aliviadas y la mente más tranquila. Los sueños son más vívidos. La energía protectora del tabaco continúa apoyando a la persona en los días siguientes, ayudándola a mantener la claridad y la fuerza adquiridas durante el proceso.
Rol en las ceremonias de ayahuasca
El tabaco es indispensable en las ceremonias de ayahuasca. Los curanderos usan el humo del mapacho para:
-Proteger el espacio ceremonial y a los participantes de energías negativas
-Limpiar después de vomitar, sellando el cuerpo y restaurando el equilibrio
-Fortalecer oraciones y cantos (ícaros), enviando intenciones directamente al mundo espiritual
-Aterrizar a los participantes durante visiones o experiencias difíciles
Soplar humo de tabaco, conocido como soplada, es un acto sagrado. El humo transmite intención, protección y fuerza sanadora, creando un escudo alrededor de la persona u objeto que lo recibe.
El espíritu del tabaco
El espíritu del tabaco se describe a menudo como sabio, directo y paternal. Enseña claridad, fuerza y protección, a la vez que exige respeto y humildad. Muchos chamanes y practicantes de plantas consideran al tabaco su aliado más confiable. Personalmente, es mi planta maestra favorita. Hay algo profundamente fascinante en la forma en que culturas de todo el mundo, desde América hasta Asia y África, han reconocido independientemente el tabaco como una planta sagrada y ceremonial.
Tabaqueros – Curanderos del Tabaco
En la Amazonia, existen curanderos conocidos como tabaqueros, especialistas que trabajan exclusivamente con tabaco. Su medicina se basa en dietas profundas y años de aprendizaje únicamente con esta planta. Los tabaqueros usan el tabaco para sanar, purificar, proteger, adivinar y comunicarse con el mundo espiritual.
Una Planta Sagrada Universal
Si bien la ayahuasca se ha vuelto más conocida a nivel mundial, el tabaco sigue siendo el corazón de la medicina vegetal amazónica. Su uso sagrado no se limita a la Amazonia; a lo largo de la historia, las culturas han honrado al tabaco como un puente entre los humanos y lo divino. Ya sea en las ceremonias de pipa de Norteamérica, los rituales del mapacho de Sudamérica o en otras tradiciones indígenas de todo el mundo, el tabaco siempre se ha considerado más que una planta: es un mensajero y un protector.




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